Dos casos tratados con colgajo de arteria etmoidal anterior
El cierre de fístulas de líquido cefalorraquídeo (LCR) en la base del cráneo representa un reto en la cirugía endoscópica nasal. En este artículo, analizamos dos casos subidos a la app de formación quirúrgica SurgSchool, abordados por el rinólogo Dr. Alfonso Santamaría, quien utilizó un colgajo de arteria etmoidal anterior para la reconstrucción de los defectos, logrando excelentes resultados.
Caso 1: Fístula tras cirugía endoscópica nasosinusal
El primer caso corresponde a un paciente que acudió de urgencia tras haber sido sometido a una cirugía endoscópica nasosinusal por poliposis en otro centro. Desde el postoperatorio inmediato, presentó rinolicuorrea bilateral de predominio derecho. La exploración reveló un defecto extenso en la lámina cribosa de la fosa nasal derecha, afectando también la lámina lateral y la fobia etmoidal.
Para el cierre, se realizó la disección de un colgajo de arteria etmoidal anterior desde la fosa nasal izquierda. Se elevó cuidadosamente hasta lograr una paleta cuadrangular y, debido a la magnitud del defecto, se complementó la reconstrucción con un injerto de grasa autóloga y fascia lata para reforzar la duramadre. Posteriormente, el colgajo se transposicionó a través de una septectomía superior, cubriendo completamente el defecto. Se fijó con Tachosil y se realizó un taponamiento con Surgicel y material reabsorbible. En el control postoperatorio, el colgajo mostró una adecuada integración y epitelización completa.
Caso 2: Meningocele en la pared posterior del seno frontal
El segundo caso ilustra los avances de la cirugía endoscópica en el tratamiento de defectos laterales del seno frontal, tradicionalmente abordados mediante técnicas abiertas. En este paciente, se identificó un defecto en la tabla posterior del seno frontal izquierdo, con un meningocele herniado hacia la fosa nasal.
Se realizó una etmoidectomía completa y un abordaje Draf 3 mediante técnica «inside-out», ampliando el acceso al seno frontal. La fluoresceína permitió visualizar claramente el defecto. Para facilitar la reconstrucción, se eliminó parte del ángulo superomedial de la órbita, lo que permitió un mejor acceso al sitio quirúrgico.
El colgajo de arteria etmoidal anterior se diseñó incluyendo la mucosa del tabique nasal, el suelo y el meato inferior del lado derecho. Tras una septectomía superior, se transposicionó el colgajo hasta la pared posterior del seno frontal, donde se fijó sobre una capa de duramadre sintética. En el seguimiento a cuatro semanas, la fístula estaba completamente cerrada, con una correcta integración del colgajo y sin signos de recidiva.
Conclusión
El colgajo de arteria etmoidal anterior es una técnica versátil para el cierre de fístulas de LCR en la base del cráneo, permitiendo abordar defectos en la lámina cribosa, la fobia etmoidal y la pared posterior del seno frontal. Estos casos refuerzan la efectividad de la cirugía endoscópica avanzada en el tratamiento de estas lesiones, minimizando la necesidad de abordajes abiertos y mejorando la recuperación de los pacientes.